PARTE III
LAS ENZIMAS GANAN TERRENO
Después de todo, el Dr Beard pudo tratar a 170 pacientes con cáncer y reportó su terapia con enzimas en su libro, The Enzyme Treatment of Cancer and its Scientific Basis, publicado en 1907. Casi nada sucedió en la primera parte del siglo 20th. De hecho, no fue sino hasta la década de los treinta que el uso clínico de las enzimas comenzó a llamar el interés de algunos médicos.
En 1930, en el Primer Congreso Internacional de Microbiología (First International Microbiology Conference), celebrado en París, el Dr Paul Kautchakoff, un médico Suizo, presentó un estudio titulado "The Influence of Food Cooking on the Blood Formula of Man". (La influencia del alimento cocido en la sangre de los humanos)
En dicho estudio, explicaba cómo se presentaba la leukocytosis digestiva cada vez que se ingería alimento cocinado por personas de diferentes edades y sexo. Este fenómeno ya se había observado en pacientes desde 1843 y se había calificado como un evento normal.
La leucocitosis digestiva es un fuerte aumento de la cantidad y el nivel de actividad de los glóbulos blancos(leukocytes) en la sangre debido a un estímulo. Ducho estímulo es el alimento cocinado sin digerir al pasar la pared intestinal. Cuando se ingería alimento enlatado o poco cocido, el aumento era moderado. Cuando se ingería alimento procesado como carnes tipo fiambre, el aumento era como si se tratara de un envenenamiento! La única diferencia era la ausencia de bacterias presentes en el envenenamiento con alimentos.
Los alimentos cocinados no contienen las enzimas esenciales que controlan una digestión adecuada. El Dr Kautchakoff señaló que no se presentaba la "leukocyte count/activity" en personas que consumían sólo alimentos crudos. Esto se debe a que todos los alimentos crudos contienen enzimas que ayudan a la digestión de lo que se come.
Entre 1932 to 1942, el Dr Francis Pottenger, Jr, de Monrovia, California, comenzó uno de los estudios clínicos más fascinantes en el campo de la nutrición. Su estudio duró diez años, cubriendo cuatro generaciones de más de 900 gatos. En este estudio pionero, el Dr Pottenger simplemente controló el alimento que consumían los gatos.
El grupo original se alimentó con leche bronca, sin pasteurizar, aceite de hígado de bacalao y desechos de carne cocinada. Los otros dos grupos se alimentaron con carne sin cocinar/leche pasteurizada y con carne cocinada/leche pasteurizada respectivamente. El cuarto grupo se alimentó con carne cruda sin cocinar y leche bronca sin pasteurizar.
DESCUBRIMIENTOS CON LAS ENZIMAS
Las observaciones del Dr Pottenger hubieran conmocionado las bases de la medicina moderna. Sin embargo, su trabajo, como el de muchos otros, se ha ignorado. Con mucho cuidado registró sus observaciones con medidas y fotografías. A continuación se da un resumen de sus descubrimientos:
1) En el grupo de gatos que se alimentó solo con alimento crudo, no se presentaron enfermedades crónico degenerativas! Los gatos se envejecieron y no presentaron problemas de manejo. Murieron a edad madura, vivieron mucho más tiempo que los gatos de los otros grupos.
2) En la primera generación de los grupos que comieron alimentos cocinados, los gatos mostraron síntomas de enfermedades crónico degenerativas que todos conocemos como: alergias, asma, artritis (reumática y osteo), cáncer, corazón, enfermedades de la tiroides, hígado, del riñón, enfermedades dentales y osteoporosis.
La segunda generación mostró las mismas enfermedades, pero mucho más severas. La mayoría de los gatitos nacieron enfermos, y murieron a los seis meses en la tercera generación. En la cuarta generación se tuvo que detener el estudio porque los gatos resultaron estériles y no se pudieron reproducir.
Al sacar sus conclusiones el Dr Pottenger reportó que el factor nutricional oculto tendría que ser una "heat-labile substance". Desafortunadamente, nunca dedujo que pudieran ser enzimas, porque se sabía muy poco en ese tiempo.
Al comienzo de la década de 1930-1940, se descubrió una "sustancia especial " en la sangre de individuos saludables que era eficiente para atacar y destruir células cancerosas. Sin embargo, esta sustancia se presentaba en muy bajas concentraciones o no se encontraba en pacientes con cáncer.
En ese tiempo cuando trabajaba en New York, el Dr Max Wolf se convirtió en uno de los doctores más famosos de su tiempo. Quedó fascinado al escuchar sobre esta sustancia y comenzó su propia investigación. Convenció a la Dra Helen Benitez para que le ayudara desde su puesto en el Departamento neurológico de la Columbia University y realizaron miles de pruebas para determinar exactamente de qué se trataba esta sustancia. Concluyeron que se trataba de enzimas.
El Dr Wolf tuvo que aislar entre varias docenas de enzimas conocidas a las responsables de varias actividades específicas, i.e., cuáles controlaban la inflamación, cuales corregían los desórdenes degenerativos y controlaban a las células cancerosas.
Después de varios años de probar varias mezclas de enzimas con animales, sin tener efectos secundarios, pudo proponer una terapia con enzimas. Pronto se ganó fama y reputación con clientes famosos en la política y las artes. Incluso unos pocos Líderes europeos siguieron fielmente sus recomendaciones. Desarrolló uno de los productos enzimáticos más conocidos: La Wobenzyme™.
LAS ENZIMAS Y LA TEMPERATURA
Al mismo tiempo que el Dr Pottenger realizaba su estudio clínico en California y el Dr Wolf experimentaba en New York, el Dr Edward Howell de Chicago investigaba el consumo de alimento cocinado y procesado en humanos. Descubrió que al calentar los alimentos hasta 118°F (47.78°C) por más de 15 minutos, se destruían todas las enzimas.
Obviamente, al calentar los alimentos a temperaturas más altas por tiempos más cortos, también destruye a las enzimas. La tecnología actual de "flash pasteurisation" de la leche y jugos es un ejemplo. Las enzimas son las únicas sustancias capaces de digerir a los alimentos. Se encuentran en los alimentos crudos a efecto de digerir (biodegradar) esos alimentos.
Hasta pronto…
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